miércoles, 21 de octubre de 2020

CONECTADOS

En los últimos años muchos han sido los avances tecnológicos a los que nos hemos tenido que adaptar, en unos casos nos generan oportunidades y en otros grandes desafíos. Concretamente, si pensamos en nuestra labor educativa y de crianza responsable nos encontramos con miedos, inseguridades y con un avance frenético al que nos resulta difícil llegar a dominar. Quizás, estas tecnologías corren más de lo que nos gustaría.




A las madres y a los padres les genera sentimientos encontrados observar cómo sus hijos e hijas pasan horas y horas con sus dispositivos, y se maravillan ante la destreza que tienen con ellos y cómo esto les abrirá puertas en el futuro.


Para establecer un equilibrio entre estos dos sentimientos debemos marcarnos unos límites. Estos, deben ser, en medida de lo posible, consensuados primeramente con el otro progenitor y seguidamente con ellos/as.


1- ¿Qué ejemplo quiero darle a mi hijo/a? Es necesario ser consecuente con los límites que se establezcan. Si solo se coge el móvil en 3 momentos del día durante 10 minutos, nosotros no podemos tenerlo en las manos continuamente. Nuestros menores aprenden principalmente con el ejemplo, así que debemos ser los primeros en regularnos con el uso de: dispositivos, televisión,....

2- Tiempo de uso. Debemos marcar un tiempo razonable para alternar su uso y la realización de otras muchas actividades. Al igual que marcamos lugares y momentos para andar en bici, habrá que ponerlos para el uso de los diferentes dispositivos.

3- Contenidos. Ayuda a tu hijo/a a buscar contenidos apropiados que promuevan el aprendizaje o contenidos lúdicos que consideres que no son perjudiciales. Si tu hijo/a está cerca de la adolescencia infórmate de los juegos que le gustan y preocúpate por entender su funcionamiento,  dialoga con él/ella y oriéntale, sin juzgar, en su proceso (así, lograrás que quiera contar contigo y trasladarte sus dudas y preocupaciones).

4- Control parental. Se recomienda el uso de aplicaciones que nos permitan el bloqueo de ciertos contenidos y anuncios que no sean adecuados a la edad de nuestros hijos/as. El uso de estas herramientas debe ser controlado, ya que lo que nos interesa es educar en el buen uso de las tecnologías. SIEMPRE ES MEJOR ORIENTAR/ACOMPAÑAR QUE PROHIBIR.

5- Ayúdale a pensar de forma crítica. Deben entender que no todo lo que vemos en internet es cierto. Debemos ayudarles a desconfiar de las apariencias y contrastar la información que encuentran en la web.


En definitiva, no se trata de demonizar y prohibir las tecnologías sino de acompañarles y educarles, al igual que lo hacemos que lo hacemos en otros aspectos de su educación.



Os dejamos algo de bibliografía:


- L. Kutscher, Martin (2018). Niños conectados. Cómo conseguir equilibrar el tiempo que pasan ante las pantallas y por qué esto es importante. Madrid. MENSAJERO.

- González, Óscar (2019). Tus hijos y las nuevas tecnologías. Consejos y pautas para educarlos y protegerlos. Barcelona. AMAT.

- Núñez Lérida, María. (2015). Padres e hijos en la cultura digital y el videojuego. Madrid. SÍNTESIS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario